lunes, julio 28, 2025

Decálogo (apócrifo) para escribir con riesgo y risa - Harold Lloyd

Hollywood, junio de 1925



1. La historia debe correr. Si no te hace sudar, no sirve.

2. Escribe escenas donde el peligro y el deseo caminen juntos.

3. El héroe no es perfecto. Es torpe, decidido y siempre tarda.

4. Cada obstáculo debe ser una oportunidad para hacer reír o sufrir (o ambas).

5. El romance funciona mejor si casi se cae del reloj de un edificio.

6. Nunca subestimes el poder de un sombrero bien lanzado.

7. El gag se construye como una torre: paso a paso, hasta el colapso.

8. Haz que el espectador olvide que está viendo una historia. Que viva dentro de ella.

9. La comedia no es escape. Es enfrentarse al mundo con una sonrisa temblorosa.

10. Si el público contiene el aliento… y luego ríe: escribiste bien.


* * *
Tomado de la página de Facebook El inquilino guionista

martes, julio 22, 2025

Decálogo (apócrifo) - Louis Weber

DECÁLOGO (APÓCRIFO) PARA ESCRIBIR CINE QUE PIENSE Y SIENTA
Los Ángeles, octubre de 1921

1. El cine es un púlpito y un espejo: úsalos con conciencia.
 
2. No escribas lo que agrada; escribe lo que importa.
 
3. Una historia bien contada no necesita disculparse por ser femenina.
 
4. La moral no debe dictar la forma, pero sí el fondo.
 
5. Cualquier personaje que no tenga voz propia es un adorno.
 
6. La emoción más poderosa es la que no necesita gritar.
 
7. Los problemas reales también tienen derecho a la pantalla.
 
8. El drama no está en los gestos, sino en las decisiones.
 
9. Si una historia no puede ser contada sin crueldad, no vale la pena.
 
10. Las mujeres no vienen a decorar el cine. Venimos a escribirlo, dirigirlo y transformarlo.

Lois Weber fue pionera del cine mudo, directora, guionista y editora, profundamente comprometida con el poder del cine para provocar pensamiento social y emocional, escrito con su tono firme, inteligente y ético. 

viernes, julio 11, 2025

Autoficción y devenir: Gilles Deleuze y la potencia de lo falso - Samy Reyes

«Es posible que la gente crea que su YO es realmente un YO descriptible, sin misterio, sin oscuridad, sin una espontaneidad que nos abruma en la consciencia; un YO narrable sin ningún engaño y falsificación. La autobiografía pura y siempre posible a través de la honestidad discursiva. Que la claridad y distinción de René Descartes haya capturado las mentes de muchísima gente que cree sinceramente que puede dar cuenta de sí sin mentir en algún detalle, algún recuerdo, algún momento o que cree poder separar la mentira de la verdad en todos los casos y escenarios cuando se autonarran sus vidas. Es posible que habitemos un realismo desabrido y seco.

»La simulación ha sido condenada a su exilio. Pero peor aún, el objetivismo y la separación entre ficción y realidad ha alcanzado su sol, eclipsando toda una tradición que nos hacía salir de sí, que nos hacía entrar en ese plano del éxtasis donde la literatura nos permitía vivir otros mundos posibles en el aquí y en el ahora que nos acontecía como falto de hechizo.»